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¿Qué haces aquí, Elías?

Ni en el viento, ni en el terremoto, ni en el fuego...,
sino en la brisa, en la voz de lo pequeño.

jueves, 25 de febrero de 2016

EL ARRECIFE



CESARE PAVESE.


Rendido salí para que me viera
la luz como bajel
roto al amanecer,
muerto entre tanto risco y escollera.

Propicio día, aquel, para un naufragio:
si malo sol, peor luna.
Ese mar, hasta en su espuma
al romper, me trajera mal presagio.

Mas ni la visión de aquellos despojos
cuanto más cerca de ella,
ni tanta paz o guerra,
ni nunca nunca nunca antes sus ojos.

viernes, 19 de febrero de 2016

En la brisa ligera


Para encontrar a Dios en todas las cosas no tenemos que resolver grandes problemas matemáticos. En el fondo nos gustaría que así fuera porque por muy complejo que fuese el problema siempre habría una solución lógica que podríamos hallar con nuestro propio esfuerzo, tendríamos controlada la situación y llevaríamos nosotros la iniciativa. Pero para encontrar a Dios no hace falta voluntarismo, más bien tenemos que aprender a mirar.

Nos dice la Escritura que a Dios le encontramos en la brisa ligera, como Elías. Los sentidos capaces de percibir esa brisa son los que Ignacio llama "sentidos espirituales" y nos invita a que abramos la sensibilidad espiritual para así encontrar a Dios más allá de un contacto puramente racional.

En otras palabras, somos llamados a tener una actitud contemplativa en la vida, tener una mirada que descubre mucho más de lo que ve, que sabe agradecer lo que encuentra, que sabe buscar en la brisa, una mirada como la de Jesús.


Texto extraído de:

https://www.facebook.com/espiritualidadignaciana/photos/a.320455324703767.72515.319702484779051/809440479138580/?type=1&theater

jueves, 18 de febrero de 2016

Sorprendiese la visión del amor a la espera



MIGUEL DE UNAMUNO.

Sorprendiese la visión del amor a la espera
con un bofetón de frío, de castigo de años
o la mudanza de ojos tristes a huraños
hiciese del suyo corazón de plañidera.

Por la corriente helada, cuando sí la frontera,
la mejilla muerta y el saludo de extraños,
ya siempre siempre diera tumbos de desengaño,
aquel día de abril, enferma, rota, extranjera.

Camina sin sierpe, abierta al sol, clara y serena
a la deriva, Isabel, niña del desencanto;
fenecidos, tus ojos de virgen Magdalena,

no distinguen día y noche, urbe y camposanto;
pero arrinconan la soledad buscando apenas 
quién pueda, a la deriva, acallar tan triste llanto.

martes, 16 de febrero de 2016

Oración para pedir luz y aceptar mi camino (1ª Semana EE)


Enséñame, Señor, a distinguir
entre objetos, personas, medios y fines.
No permitas que me ate a los lugares ni a las cosas
cuando no lleven a ti.

Que no me posean ni esclavicen
mis posesiones, mis ocupaciones,
que no me alejen de tu voluntad.
Configura mi deseo en el tuyo
y dame la mano, Señor;
 soy tu hijo y no quiero perderme

Ayúdame a reconocer a mis hermanos
Y muéstrame tu rostro en los de ellos,
las zarzas que arden en el desierto
y tu paso por mi vida
al final del día.

Me conformo con eso:
ver tu espalda de lejos,
tus huellas en mi camino
la esperanza de ver tu rostro
y el abrazo del padre que recibe al hijo
al caer la noche.

jueves, 11 de febrero de 2016

Hang the DJ



 
Murder throbbed in his wrists
To the loudspeaker’s pelvic thud, her floating move.
She was selling herself like the island, without
Any pain, and the village did not seem to care.

DEREK WALCOTT


Becasue the music that they constantly play
It says nothing to me about my life.

THE SMITHS



Fue tan sencillo llegar a este punto
que casi no sabríamos decir
con certeza
por qué caminos discurrieron
nuestros pasos.

Entre la belleza, más bellos nosotros,
no fuimos capaces, tampoco,
de encontrar la senda cierta.
y hubiera sido definitivo,
                                        ya ves,
aunque llevara al mismo sitio.

Confundidos en una sintaxis ajena,
cercados por la sordina pop,
alguien nos fue sugiriendo
el margen de aquel otro río
que infinitamente llevaba a este mismo mar.
Nadie me trae tus besos ahora;
no hay nadie en Edimburgo,
y en Oslo
no hay nadie más que tú.

Para el mes de noviembre
ya nada hablaba de nosotros.
Alguna referencia, si acaso,
a la distancia, a lo que cuesta
convertir y convertirse en recuerdo.
Por más que nos amamos
en todos los idiomas
que conocíamos, nadie
fue capaz de referirlo.

Vendidos baratos, no fuimos más que eso:
pequeños héroes clásicos
atormentados mientras los DJs chillaban
WE MOVIN’ MAN! WE MOVIN’!,
para responder a coro
but towards what?

Entonces no habríamos sabido contestarnos.

Ahora esquivamos las certezas,
                                                 No sé…
quizá sean ellas las que nos esquivan
a nosotros. Fue este río.
Bien pudiera haber sido otro.